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Mostrando entradas de mayo, 2011

Traspasando el país de Alicia

Todos las personas piensan que el punto medio entre el bien y el mal está justo donde ellos lo ponen. Esto es aplicable para todos los puntos que poner, incluso los finales. Quizá por eso no me cueste cerrar este discurso que se me queda ya anticuado, extraño, como escrito por quien ya, ni siquiera fui, seguro, quien no soy. Hacer dictados a lo pensado, a los sueños, esta pasado. Así es. En la época de los Justin, de los Brad y algún Duque de por aquí, ya nadie se acuesta con Cyrano. Fue sin embargo placer, la mayoría de las veces. Otras no tanto. Escribir es escribir, tan sólo y tanto. Fue en otras ego puro, aún algo guardo, agradecimiento, mentiras honradas, dudas en base a la duda, decir por decir, seriedades, mal intento de cuentos, catas, alguna mirada perdida echada a perder, balas sin salida, caricias dirigidas y algunas, incluso, de verdad. Siempre demasiado yo mismo, fuera quien fuese. Quizá error, ora que pienso que a un escritor no debe vérsele la cara. Un trabajo

Tacto

En mi mano tu rostro. Tu pómulo, mis yemas locas de locura. Solo es tacto dicen los que creen imposible que el cielo pueda acariciarse. Solo es ausencia de viento entre dos cuerpos, dicen los que creen que escribo sueños en lugar de hechos. Solo son dos almas que suspendieron la asignatura de estarse lejos, dicen los que encuentran lo mismo independientemente de los fanales que les miren. La primavera sin alergia. Tú presencia, mi esencia. Tus perdidos ojos mirando mis rendidos ojos. Tu rostro, la palma de mi mano… Y entonces los átomos como locos en todos los sitios, en todas las partes al mismo tiempo, en declarada fuga de la tristeza, en paz, en el lugar exacto donde deben estar. Tu mejilla, mis dedos… Y rozando tu labio, aprendo que en la escuela de magos, el tacto, es asignatura obligada.

Suspenso en lengua

Por amor a las letras suspendí lengua. Literatura, lo que es literatura, nunca me enseñaron de verdad. Dicen bien en las canciones, que lo que de verdad has de aprender de las palabras, no se encuentra en los liceos de estos días (para los de la LOGSE, ese local de ladrillo calavista donde pierden o perdieron el tiempo de ocho a tres). Me reservé el derecho de estar en contra de los pretéritos, menos si eran perfectos, dicho quedo, que pasé de los irregulares, y de los pluscuamperfectos ni les digo, había trabajado tanto el condicional que habría cambiado sin pensarlo mi escasa paga por no tener que escuchar a quien no escribe, como debo escribir. Aprendía a pluma y garabato, a modo de prueba de errores. Sabiendo que nunca por mucho que se me empeñen, me sé escritor. Y me pase las preposiciones por el forro, salvo alguna que bajo riesgo de excomunión, de vez en cuando pongo. Dios mediante, que entre el sobre y el tras, ella me estaba mirando. ¿Y quién respeta las reglas cuando hay de p

Crisis de Letras

No negaré que me seduce la idea de tirar la toalla, de suicidarme las vocales y fusilar una por una las consonantes. De admitir que me hicieron corte de mangas las palabras, de negar esas frases letales que dirigía hacia algún corazón, de cambiarme los puntos cardinales, de ser uno más, de perderme entre la muchedumbre para que nadie jamás me pueda encontrar, de irme a la mierda, de concederme la licencia de no escribir jamás, de vestirme el alma, de ponerme manoplas en las yemas, de dejar de soñar… Es cierto todo esto, ni lo quiero, ni lo puedo negar, y sin embargo aquí tengo más de cien textos, un cajón repleto, los mil y un secretos de quien no sabe donde va, un cuento por hada, un lunes como viernes, un cuadernito negro donde van a parar secretos que luego me cuesta rescatar, una novela eterna por terminar, las formas hipotecadas a las cartas que ya no se escriben, y los mandamientos en un desván … Reconozco ser mayor para saber que no llego a las alturas de los tangos, sin

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La Constancia

La constancia es quererte como nadie pudiera imaginar que se pueda querer incluso cuando no te quiero, tenerte sin tenerte, saber del vértigo que a uno le da soñar despierto, y la conciencia de estar al tanto de que estar con vos, es estar a un beso de distancia del cielo. Es mirarte ahora como te mire la primera vez, endeudado en tus andares, no pudiéndote creer. Es besarte ahora mejor que cuando te besé, con tus labios precisos en mis labios tembleques. Es vibrar, de la piel al hueso, con el día a día, con las noches donde tenerte a un par de palmos a la derecha es de largo el mejor de mis lujos.   La constancia no es que me mate como me mata tu cuerpo, es crear hogar en tu pecho, y hacerte con mis brazos un lecho para que te guardes. Es salvarte y que me salves, y contar de a uno los secretos de tus ojos, mar verde, donde me pierdo, donde quiero vivir, donde parece decirme la suerte, quédate conmigo. Es en el sur y es en el norte, justo al este del oeste donde quisier

Silueta

Contar los pasados suele ser el primer tropiezo para conjugar los futuros. Ese porqué perdemos las guerras, queda en las heridas, pero no por mucho empeño que le tengas, nos entra en la cabeza. Remover los tiempos que dejaron el presente suele dar como hallazgo, un obstáculo espinado para los sueños. Digo yo, que perdí en la arena, por pararme a contar estrellas, parte del corazón. Dicen de los poetas y de los que escriben poemas, que nos va mejor el aire del revés. Que la musa en nuestros brazos queda pasada por agua, que el aullar se nos pone bonito cuando sangramos, que desobedecer consejos es nuestro arte, cuando una y otra vez se nos pregunta… ¿querido amigo, donde va usted? Por mi parte, diré… Cuando mi cuaderno de notas esta vacío, acudo al abismo de mis adentros, al negro que me hace atar palabra tras palabra, al nudo sin cuerpo, al yo del ello, y el ello del yo. Busco entonces letras para hacerlas escudo, armadura, una tan buena que consiga que al mirarme al espejo,

Insert Coin

Será en sábado de febrero, en Boadilla del Monte, en el escenario del Rock and Play donde pondrán al desnudo sus talentos un grupo de cinco.  Aviso que soy partidista, como lo soy de todo aquello que merece la pena. Y esto lo merece. Doy fe.  Manejo información privilegiada. Aprendí en sus tanteos que la música sin ser oficio, también es trabajo, que se puede hacer arte en el combinado de amigos y guitarra, y batería, y bajo, y voz, y que hay lujo aún sin discográficas, aunque sean de sonrisas, de guiños, de un abrazo cuando un abrazo hace falta, de música sin conservantes, de tocar por sentir. No me dieron las genéticas los juicios del oído necesarios me podrán decir. De ritmos, solo entiendo los de las palabras, para creerlo solo hace falta oírme cantar. Sin embargo, me dio la suficiente sapiencia el corazón, el instinto y alguna que otra noche de ensayo para saber que estos, la tocan de puta madre.  Percusionado mi hermano, pone en las baquetas (se alegrará de