Todos las personas piensan que el punto medio entre el bien y el mal está justo donde ellos lo ponen. Esto es aplicable para todos los puntos que poner, incluso los finales. Quizá por eso no me cueste cerrar este discurso que se me queda ya anticuado, extraño, como escrito por quien ya, ni siquiera fui, seguro, quien no soy. Hacer dictados a lo pensado, a los sueños, esta pasado. Así es. En la época de los Justin, de los Brad y algún Duque de por aquí, ya nadie se acuesta con Cyrano. Fue sin embargo placer, la mayoría de las veces. Otras no tanto. Escribir es escribir, tan sólo y tanto. Fue en otras ego puro, aún algo guardo, agradecimiento, mentiras honradas, dudas en base a la duda, decir por decir, seriedades, mal intento de cuentos, catas, alguna mirada perdida echada a perder, balas sin salida, caricias dirigidas y algunas, incluso, de verdad. Siempre demasiado yo mismo, fuera quien fuese. Quizá error, ora que pienso que a un escritor no debe vérsele la cara. Un trabajo ...
Hoy me levanté con la conciencia intranquila, harto de estar harto, cansado, mirando por la ventana el frío de un miércoles que dejaba helado la periferia de Madrid. Anticipo que ni impongo, ni me gusta jugar con quimeras, por lo que den solo a este texto la validez de quien opina que ser político, es ser ciudadano. Que no funciona el sistema capital democrático indirecto creo que es palpable, hablen con sus conciencias, solo eso bastará. El esperpéntico espectáculo consentido de bancos y caja de ahorros es una vergüenza, el precio de los suelos de los municipios más variable que las condenas de un preso nuestra ruina. A estos y tantos otros hechos para lo cual yo no tengo ganas, ni ustedes probablemente tiempo, tenemos como respuesta palas llenas hasta la saciedad de tierra, para tapar el uno al otro y el otro al uno. Hoy por ti, mañana por mí, que ya eso de las izquierdas y las derechas son cosas del pasado. Y al pueblo, al estado, no se lo toca en exceso, pero al individuo se...